martes, 5 de diciembre de 2006

Entre la Euforia y el Desaliento
La realidad del Bipolar

Ernest Hemingway, Virginia Wolf, Honoré de Balzac, Charles Dickens, Roberto Schumann, Kurt Cobain, Poe y Baudelaire. Ésta parece ser una lista de personajes ilustres, sin embargo en ella se enumeran los sufrientes de un desorden de humor que prevaleció ante sus otras condiciones.

A finales del siglo pasado y principios de este se hicieron una serie de estudios que demostraron que, efectivamente, el desorden afectivo Bipolar era más frecuente entre los artistas que en la población en general.

No es cierto que muchas veces los afectados por esta enfermedad poseen la genialidad de Schumann o Hemingway, ni todos los artistas que tienen cambios de carácter bruscos son bipolares. Lo único que se consigue al rodear esta patología de romanticismo es apalear el sufrimiento que provoca esta dolencia y que en muchos casos termina en suicidio.

Más de trecientos mil peruanos padecen de desórdenes en el temperamento a lo largo de su existencia, sufriendo profundas depresiones y entapas de manía, es decir, que actúan de forma eufórica.

Se ha calculado que de cada 100 personas que padece esta dolencia, más del 15 por ciento termina suicidándose. Una forma apropiada de reducir la tasa de autoeliminación es mediante el uso permanente de medicamentos que permitan controlar los episodios de depresión y euforia que caracterizan a estos enfermos.

Al trastorno bipolar también se le conoce como enfermedad maniaco-depresivo. Afecta según los últimos estudios a cerca de un 3% de la población y no al 1 % como se creía hasta ahora.

“Desgraciadamente el diagnostico de mi enfermedad demoró demasiado, incluso me Hospitalizaron varias veces por depresión y otro tipo de enfermedades antes que cumpliera quince años, que fue cuando dieron con lo que tenía...”, Comenta Ricardo Burgos Chávez, paciente bipolar de la Clínica Limatambo, en el Distrito de San Borja.

Y es que se habla de un promedio de diez años para llegar a saber si una persona sufre el trastorno bipolar. Habitualmente hasta que no se produce varios episodios de manía no se puede determinar. Los antecedentes familiares son importantes a la hora de determinar el diagnóstico; por lo tanto es imprescindible darle toda la información necesaria al psiquiatra para que pueda realizar bien su trabajo. “Mi madre por vergüenza no decía que ella presentaba cuadros depresivos, por ello me tuvieron encerrado mas tiempo del necesario”, afirma Burgos con tono de reproche.

La bipolaridad suele aparecer en la adolescencia o al principio de la edad adulta, aunque cada vez son más los casos de niños que la padecen. La intervención y tratamiento tempranos ofrecen la mejor oportunidad para el niño con enfermedad bipolar, para ganar en estabilidad y que así pueda crecer y aprender al máximo de sus posibilidades. Un tratamiento apropiado puede minimizar los efectos adversos que la enfermedad tiene sobre sus vidas y su familia.

“Al escuchar la prescripción del médico parece muy desolador, pero a medida que uno va aceptando el hecho de que unos neurotransmisores no funcionan del todo bien y que una sustrato de carga genética hace que esto sea así por siempre, uno ya está al fin preparado para el siguiente paso: intentar vivir una vida normal... Y es que yo no soy responsable de mis crisis” acota Ricardo con una sonrisa serena en los labios.

Los dos tipos más importantes de medicamentos usados para controlar los síntomas del disturbio bipolar son estabilizadores de ánimo y antidepresivos. El doctor puede también prescribir otros medicamentos para ayudar con el insomnio, la ansiedad, la inquietud, o los síntomas sicóticos.

Estudios recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), han revelado que los pacientes bipolares presentan altos índices de incumplimiento a las prescripciones farmacológicas.

Según se señala en el libro "Desarrollo de enfermedades del ánimo", editado por el médico psiquiatra de la Universidad de Chile, Dr. Pedro Retamal, la falta de adherencia terapéutica al litio oscila entre el 18 y 53 por ciento de los pacientes.

Asimismo, otras investigaciones han calculado que el 47 por ciento de los pacientes suspende al menos una vez su tratamiento y el 34 por ciento lo hace en más de una oportunidad.

"Esta enfermedad exige que el individuo se trate con medicamentos de por vida. Cuando la persona se siente bien decide muchas veces abandonar los fármacos pero esta es una decisión errada, porque no sólo tendrá recaídas sino además serán más graves, intensas y próximas entre sí. Es preferible soportar ciertos efectos colaterales que podría tener el remedio, tales como temblor, gastritis crónica, o pequeñas fallas en la memoria, antes que arriesgarse a caer en un estado que lleve al suicidio", explicó La Dra. Lidia Wong, médico psiquiatra.

Para reducir las muertes por suicidio, la OMS además de las medidas de manejo de la información sobre el tema en los órganos de difusión masiva, diversos países han diseñado sus propias estrategias para el tratamiento de las enfermedades mentales.

En Inglaterra, una de las medidas para disminuir el suicidio es mejorar el tratamiento de la depresión en la atención primaria terapéutica, antes de la medicación. En Noruega no se limitan a ello sino que incluyen otras condiciones mórbidas, tal como el uso del cannabis como estabilizador del ánimo, terapias familiares y de estrés; y es que allí como en Finlandia consideran la “fármaco dependencia” uno de los factores más importantes para la predisposición a la conducta suicida.

“El cerebro es el órgano que menos conoce, sin embargo por hechura de mi familia dependo de los llamados doctores del cerebro que buscan volverme normal... pero quien puede decirme con seguridad que es lo normal, el cerebro de cada uno es único, pero insisten en volverme uno de tantos”, así rechaza de manera contundente el tratamiento Burgos Chávez, quién se encuentra internado por su madre luego de un episodio de euforia.

A pesar de que no hay cura para la enfermedad bipolar, en la mayoría de los casos el tratamiento puede estabilizar el humor y permitir el manejo y control de los síntomas. Contradiciendo a las afirmaciones democráticas que dice que todos somos iguales, la respuesta a la medicación y al tratamiento varía de acuerdo a cada organismo, es por ello que se debe monitorear al paciente hasta llegar al tratamiento adecuado.

La información es una herramienta esencial para el manejo del Trastorno Bipolar. El proceso de educación es indispensable. El intercambio de experiencias, cariño, amistad entre personas afines también ayuda mucho.

2 comentarios:

Martín Grosz dijo...

Muy bueno y completo tu post. Quizás te interese ver una nota que escribí al respecto, aunque más vinculada a la relación entre los bipolares y el poder: http://cajadecambios.blogspot.com/2006/12/es-que-ahora-todos-son-bipolares.html

Giannina Llamosas dijo...

Me parecio muy completo el articulo, quisiera encontrar informacion acerca de doctores que investiguen esta enfermedad en el Peru o que se especializen en pacientes que padecen esta enfermedad.